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“Como enigmas en un espejo”

   Imágenes y Parábolas para meditar la Fe

      “Ahora vemos como enigmas en un espejo,

       entonces veremos cara a cara”

 

                     1ª Carta a los Corintios 13,12

                     (Versión “Biblia del Peregrino”

                      de Alonso Schoekel)

I. Prólogo

 

Prolongando

El prólogo es una manera de anteponer una presentación a todo lo que va a seguir. En cambio a mí me gustaría simplemente “prolongar” la conversa que el amigo Claudio nos hace. Por eso estas líneas no pretenden presentar, ni mucho menos elogiar todo lo que sigue. Tienen su mérito propio y lo mío no añadiría nada nuevo.

Pero me parece más que interesante, hasta corajudo diría, que todo un profesor de teología se haga estas preguntas que pone en boca de sus alumnos casi como un mensaje subliminar para decirle:

-¡Bajate, che de los dogmas!... y mostranos tus dudas, que son también las nuestras.

Recurre a la bonita imagen del enigma y del espejo. Exagera lo que muestra para llamarnos la atención y hacer que nuestra imaginación visualice la realidad desde otra vertiente. No responde a las dudas. Las reconoce y les da su importancia. Y entonces las Verdades dejan su disfraz de dogmas y recuperan la calidez de mensaje.

Creo que era Nietzsche quien decía que si un libro choca contra una cabeza, y el ruido que se produce es a hueco… tal vez no siempre la culpa sea del libro.

Por eso mi aporte es: prolongá la lectura de cada sueño con tu propia rumia y sacale vos mismo lo que te aporte.

 

+Mamerto

Monje de Los Toldos


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Cuando ese día entré en la Sala de Profesores, había un voluminoso paquete rectangular esperándome apoyado bajo el casillero de las cartas. El envoltorio rezaba escuetamente “Claudio R. Bollini, Facultad de Ciencias de la Comunicación, UCA”, sin remitente ni ulteriores indicaciones.... (continúa...)

 

 

I. Introducción

 

Desde mediados de los años noventa he redactado varias obras teológicas. En todas ellas he optado por presentar los diferentes aspectos de la fe de un modo sistemático y coordinado, ora enfatizando en su armónica interrelación, ora su originalidad, su razonabilidad o sus deformaciones posibles.

 

Hace ya un tiempo me está rondando la idea de ensayar un abordaje algo diferente, que prefiera más lo visual y expresivo que lo expositivo, lo simbólico antes que meramente racional y especulativo; que, en fin, aluda más que explique… Nada he inventado al concebir esta perspectiva: se trata, sencillamente, de relegar un poco el discurso teológico y retornar al estilo más llano de aquellas pequeñas historias que desde los albores de la humanidad han venido narrando maestros, líderes y padres de familia cuando transmitían una enseñanza que procuraban preservar en las memorias de sus oyentes.

 

Procurando apelar más a la imaginación que a la reflexión sistemática, fui redactando los textos que aquí comparto. Ya concluida la tarea, advierto que fruto final puede calificarse como una colección de breves parábolas: algunas de ellas proponen escenarios a todas luces inverosímiles; en todo caso, se trata siempre de situaciones de fantasía, pues no se corresponden con la experiencia cotidiana. Invito al amigo lector, pues, a participar en el antiguo juego de las metáforas, y ver si puede sacar de estas mínimas piezas alguna idea fructífera para profundizar su fe.

 

Es importante puntualizar, asimismo, que no se encontrarán aquí alegorías, aunque existen narraciones con elementos alegóricos, como, por ejemplo, “El Castillo de la pradera” o “Tres en un refugio”. Es por eso que no debe buscarse en estas tramas una interpretación particular a cada acción o personaje sino, antes bien, habrá de discernirse su sentido conjunto[1]. Caso contrario, podría malinterpretarse el mensaje de estos textos o encontrarse aparentes contradicciones entre ellos[2].

 

A modo de corolario, también incluí un cuento corto (“Redención”), con dos variaciones sobre el mismo núcleo temático. Para dotar de un marco que integrara estas ficciones, ideé una situación fantasiosa que evocara el espejo que el título nombra; ésta incluye anécdotas imaginadas con alumnos igualmente ficticios. Este recurso me ha dado también la oportunidad de presentar concisamente cada texto, bajo la forma de un interrogante u objeción que un estudiante universitario pudiera llegar a plantear acerca de la Fe de la Iglesia o de sus cuestiones anexas. Asimismo, he redactado un Apéndice para explicar de modo sucinto el sentido del título (“Como enigmas en un espejo”) y subtítulo (“Imágenes y Parábolas para meditar la Fe”) de esta obra.

 

No quisiera interponer ya más aclaraciones: salvo el desarrollo temático del Apéndice y el cuestionamiento disparador que abre cada historia, no encontrará el amigo lector ulteriores apostillas, explicaciones ni moralejas. Es mi deseo que estos relatos hablen por sí mismos. Ellos deberán transmitir de un modo alternativo y, para mi propia producción, novedoso, aquello sobre lo que ya había venido reflexionando: tópicos introductorios tales como la verdad y la subjetividad; el racionalismo y la racionalidad; el diálogo con los que no creen; la posibilidad de acceso a Dios, así como aspectos esenciales de la misma Fe de la Iglesia: la Encarnación de Jesucristo; su anuncio de las Bienaventuranzas; su Cruz y Pascua; la construcción del mundo y la venida del Reino; la comunión con los Santos y con la Virgen María; la esperanza escatológica, etc.

 

Soy consciente de mis limitaciones; no aspiro siquiera a aproximarme a la hondura de cualquiera de las parábolas de Jesús, que son Palabra de Dios, viva y eficaz. Tratando de ser fiel al espíritu de ellas, me aventuro en esta empresa intentando mi propia aproximación, tributaria del sendero abierto por autores de la talla de Mamerto Menapace y Anthony de Mello, y, antes aun, por insignes escritores como C. S. Lewis (con su sueño novelado “El Gran Divorcio”) y J. R. R. Tolkien (con su relato “Hoja, de Niggle”) o, desde otra perspectiva, por los maravillosos enigmas metafísicos de Dino Buzzati.

 

Ofrezco esta propuesta con una modestia que considero sincera. Mi intención ha sido abrir un canal alternativo para abrirnos al Dios de Jesucristo, mediante un acercamiento que apelara a la sensibilidad simbólica y a la imaginación visual. El amigo lector habrá de juzgar si he tenido éxito en este propósito.

 

I. Prólogo ..................................................................................................................................... 4

II. Introducción............................................................................................................................. 5

III. Las imágenes del espejo ......................................................................................................... 7

1. Introducción: Un regalo inesperado .................................................................................. 7

2. Encuentro en un restaurant cosmopolita .......................................................................... 9

3. El castillo de la pradera .................................................................................................... 11

4. Los dos marchands de arte .............................................................................................. 13

5. Parlantes a lo largo del camino ........................................................................................ 15

6. El Emperador que prohibió una dimensión ..................................................................... 16

7. El entomólogo extraterrestre .......................................................................................... 18

8. El águila y el árbol ............................................................................................................ 19

9. El jardinero fecundo ........................................................................................................ 20

10. Componiendo una sinfonía.............................................................................................. 22

11. Aventurarse a altamar ..................................................................................................... 24

12. Un estreno en el pueblo .................................................................................................. 26

13. Un rostro en el espejo ..................................................................................................... 28

14. El farallón y el desfiladero ............................................................................................... 31

15. La penúltima respuesta ................................................................................................... 34

16. Una plaga en la huerta .................................................................................................... 36

17. Una inauguración postergada.......................................................................................... 38

18. El bosque y la altiplanicie................................................................................................. 40

19. El Cayado y el Cetro ......................................................................................................... 43

20. Ampliando la orquesta .................................................................................................... 45

21. Tres en un refugio............................................................................................................ 47

22. Náufragos (dos variaciones sobre un relato) ................................................................... 50

I. Epifanía ........................................................................................................................... 50

II. Colgando sobre el abismo .............................................................................................. 59

IV. Conclusión ............................................................................................................................ 77

V. Apéndice ................................................................................................................................ 78

1. Acerca de la cita de la Primera Carta a los Corintios .......................................................... 78

2. Parábolas, alegorías y metáforas ....................................................................................... 81

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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[1] Baste, por ahora, con aclarar que una parábola pretende transmitir un mensaje recurriendo a una comparación general de una situación ficticia respecto de algún aspecto de la vida real (por caso, cualquiera de las parábolas de los Evangelios Sinópticos), mientras que en la alegoría cada de uno de los elementos del relato funciona como un símbolo que alude a otra cosa (tal es la naturaleza, por ejemplo, de la célebre “Alegoría de la Caverna” de Platón). Se encontrará una ampliación de estos comentarios en el Apéndice del final.

 

[2] Tal podría ser el caso si, por ejemplo, se consideraran alegorías “Encuentro en un restaurant cosmopolita” y “El castillo de la pradera”, y pretendiese cotejarse entre ambos textos las diferencias y los alcances de cada enseñanza.

 

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